lunes, 4 de diciembre de 2017

Médico muere a causa de una intoxicación por un pedo de una mujer dando a luz



    Hace unos días, leyendo Facebook, me salió una noticia bastante llamativa a la vez que ridícula. Se titulaba, ‘Médico fallece a causa de una intoxicación por un pedo de una mujer dando a luz’ Me llamó la atención así que pinché en el enlace.  Vaya engañabobos, yo entre ellos…, la noticia narraba de una forma tan absurda y sin credibilidad alguna el suceso, que era increíble la cantidad de reacciones y de personas que lo compartían, pero sería por puro entretenimiento, ¿verdad?  Días más tarde, estaba en la parada del autobús, al lado mía había dos señoras conversando, cuando de repente oigo como le pregunta una  señora a la otra si se había enterado de lo que había pasado en el hospital de Madrid, refiriéndose a  la noticia sobre el médico intoxicado, a lo que le responde su compañera afirmando, ambas estuvieron lamentando al pobre médico fallecido.
    ¿Cómo alguien podría creerse semejante barbaridad?
Pero esto nos pasa a todos, ya sea por las historias para no dormir de los difundidos de WhatsApp  que si rompes la cadena se te aparecerá a las tres de la madrugada el fantasma de quién sabe qué, por las noticias, por las redes sociales, en la publicidad que a causa de esta sociedad consumista en la que vivimos, nos ofrecen y convencen objetos como necesarios sin serlos con lo que solo consiguen enriquecerse y distanciar más las clases sociales … en las que de una manera o de otra picamos como moscas.

    Nos bombardean constantemente con mensajes políticos dependiendo de las conveniencias de los gobiernos u oposiciones. Manipulándonos como marionetas continuamente, metiéndonos  información de tal manera que no nos dejan pensar racionalmente. Ya no tenemos ideas o pensamientos propios, tenemos diferentes fuentes en las que coger la información. Y lo más peligroso, es que pensamos como quieren que pensemos.

   Todo esto acaba pareciéndose al juego del teléfono, ese que jugábamos cuando éramos pequeños que consistía en ponernos en un círculo, uno debía de decir una palabra o una frase al oído de su compañero, y esté al compañero de su otro lado, así sucesivamente hasta llegar hasta el último, y siempre llegaba otra palabra o frase distinta a la que se había dicho en el primer momento. Con las noticias pasa igual, van contándose de boca en boca, cada uno contándolo a su interés hasta que se transforma en algo diferente pero sobre todo, ya estás condicionado a pensar de una forma irracional.

    En el mito de la caverna, Platón transmite la necesidad de desarrollar nuestro intelecto, esto está claramente marcado por su idealismo, ya que acceder al verdadero conocimiento es una manera de alcanzar la auténtica verdad, en la realidad cotidiana, los sentidos pueden confundirnos y engañarnos, en consecuencia, llegar a un conocimiento irreal.

   Platón nos  invita a que no nos dejemos llevar por las apariencias, a los bulos, ni a asumir algo que se presente como real.

1 comentario:

  1. Bastante bien. Buena estructura, apetece leerlo,argumentación bien desarrollada...sin embargo creo que es mejorable la referencia a la filosofía de Platón. Creo que el filósofo diría mucho más al respecto. No te guíes por lo que lees en los manuales sobre Platón (idealismo, verdadero conocimiento...) sino por el sentido que de su filosofía hemos tratado de descubrir en las clases

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